Mensaje de Nuestra Señora a Fray Diego de Jesús
Eran las 4 de la mañana y escuche entre sueños el roce de una seda al pie de la cama, desperté enseguida y no alcance a ver nada, adopte la posición de lado y volví a escuchar el mismo sonido, gire mi cabeza a los pies de la cama y ahí tan preciosa como siempre estaba de pie la Santísima Virgen María, venía vestida de colores de oro y traía en la mano una especie de pañuelo brocado, se acerco a mi y lo paso por los lugares donde más dolor tenía en mi cuerpo y me dijo:
Vengo a aliviar un poco tu dolor, no vengo a devolverte la salud, tu tienes que ofrecer todo para que muchas almas se salven, lo desapareceré solo un instante para que prestes atención a mis palabras y las transmitas, mi mensajero+
Alivió mi dolor el tiempo que estuvo platicando conmigo, adoptó una posición seria, como cuando a uno le preocupa algo y me dijo:
Decid a todos que presten oídos a mi voz…
¡Dejad el pecado, apartaos de las cosas del mundo que solo hacen daño a vuestras almas! Despierten del sueño profundo en el que viven, arrepiéntanse de todo corazón y el buen Dios se compadecerá y tendrá piedad y misericordia de vosotros.
La Tierra se sacudirá y con ella los malvados perecerán, El Buen Dios protegerá a los que aman y cumplen sus mandamientos, mandamientos que traen vida y salud a su pueblo.
La decisión de cambiar está en cada uno de vosotros, La Tierra gime y experimenta ya guerras físicas y espirituales, las mentes perversas de este mundo continuarán esparciendo virus y más virus, estos no acabarán con el fin de tenerlos sometidos; ellos están matando a quienes ellos quieren matar porque les importa acabar con una buena parte de la población, ustedes de ningún modo permitan que les vacunen porque aún no cumplen su cometido y con eso mataran más gente, para acabar con más parte de la población.
Esta Navidad será diferente, para unos habrá sólo tristeza y dolor, para otros será lo más acercado a lo normal que siempre habéis vivido, preparen, esta Navidad espiritualmente, con el alma lista a la espera de su Señor.
Conviertan cada hogar en un refugio para estos últimos tiempos y los que puedan refugiarse en los lugares destinados como éste, hacedlo ya, que el tiempo se agota.
Esta tarde ya no vendré, puesto que ya he venido a visitarte, pero recen con mucho amor el rosario, que yo estaré entregando todas sus peticiones a Dios.
Pequeño resto fiel de la Iglesia de mi hijo, pasen por la Puerta Santa con fe y devoción para alcanzar la indulgencia plenaria y preparense para protegerse de la ira de Dios con los sacramentales, sigan firmes en la fe, animados en la esperanza y fuertes en la caridad +
Me bendijo y desapareció de mí vista.