2018/12/12
viernes 12 de diciembre de 2018
Se cumplió lo que pidió Nuestro Señor Jesucristo según los designios de su Sacratísimo Corazón.
Nos ordenamos sacerdotes Noe, Sebastián y yo.
Qué privilegio tan inmerecido. ¡Gracias Señor Jesús!
Durante la misa de las ordenaciones, cuando nos postramos, el suelo tembló y el rosario de la estatua de Nuestra Señora no dejaba de moverse. Fue una alegría inmensa ver el rostro de los fieles con tanto amor y sabiendo cuál es la voluntad del Señor.
En el altar detrás del Sagrario se me apareció El Señor Jesús y me otorgó su bendición como corroboración de lo que está sucediendo. Bendito seas Señor.