2017/07/22
Sábado 22 de Julio de 2017
Hablé con el presbítero Rubén, mi párroco. Comenté todo lo que he visto y que el Señor Jesús se me apareció, me puso mucha atención y me hizo preguntas. Le pedí me diera la Santa Comunión en la Capilla del Santísimo y mi alma se llenó de tanta paz, El Espíritu Santo inundó mi alma y es inexplicable, con palabras humanas, decir lo que sentí. No derramó ninguna lágrima.